PREMIOS MUJER 2024

¿Eras tú el príncipe azul que yo soñé?

El 14 de febrero, el día del amor por excelencia, se ha venido convirtiendo en los últimos tiempos en el día más empalagoso del año. Que se ve que si no quieres a alguien y lo gritas a los cuatro vientos (o lo publicas en tus cuatro perfiles de redes sociales) no es querer bien. Esa sobreexposición del amor ajeno nos convierte automáticamente a los ‘no tan queridos o querientes’ en perrillos abandonados a los que los amantes de Teruel miran por encima del hombro.

En esto, los de la generación de Disney lo tenemos doblemente complicado. A la presión de ver cómo pasan los años y sigues sin sentar la cabeza se suman las voces de tu interior que te susurran: “Vas a morir sola”. Mi madre lleva años advirtiéndome: ‘Yo a tu edad ya estaba casada y tenía a tu hermano. Bueno, y casi a ti’. Y a mí eso me hace recapacitar acerca de las relaciones que he tenido hasta el momento. ¿Eras tú el príncipe azul que yo soñé? Por propia experiencia diré que ningún varón, a lomos de un corcel ha venido a cantarme serenatas debajo de la ventana y yo se lo agradezco porque no habría acabado bien. Que vaya a buscarte a casa un desconocido roza el acoso y que me haga levantarme a media noche sólo despertaría mi ira.

Los dibujos han cultivado en nuestras mentes la idea de la persona ideal, la media naranja a la que hay que esperar o buscar incansable. Gracias que cada vez se montan más películas que hablan de la diversidad de amores y de que todos somos una naranja completa que puede decidir por sí misma qué relación quiere tener, si es que quieres tener alguna.

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