‘El sol a la tinaja y otros cuentos’, un libro con mucha memoria histórica que recalará en Villablino

La obra será presentada en las instalaciones de la Fundación Sierra Pambley de Villablino el próximo sábado 16 de junio a las 19:00 horas
Sol Gómez Arteaga, autora del libro. / tamtampress

Su compromiso con la Memoria Histórica queda patente en su libro ‘El sol a la tinaja y otros cuentos’, una obra de relatos escrita por la leonesa Sol Gómez Arteaga -Valderas,1967- que será presentada ante la sociedad lacianiega el sábado 16 de junio a las 19:00 horas en las instalaciones de la Fundación Sierra Pambley de Villablino. La autora, licenciada en Sociología y diplomada en Trabajo Social, estará acompañada por el lacianiego Javier Rubio y la cantautora Isa Milnueve.

El libro -editado por la Fundación Fermín Carnero- viene, como suele decirse coloquialmente, con un pan bajo el brazo ya que trae canciones, marcapáginas, ilustraciones, viajes por el Miño, minas, harineras, escuelas republicanas e instituciones Libres de Enseñanza pero sobre todo, tal y como reconoce Gómez Arteaga “muchos afectos de personas vinculadas a la memoria común, una memoria que yo siempre escribo con mayúsculas pues eso es lo que se consigue cuando desde distintos lugares se desentierra el olvido y se suma”.

‘El sol a la tinaja y otros cuentos’ es el segundo libro que Gómez Arteaga dedica al tema de la Memoria Histórica. En este volumen se narran 23 relatos de memoria y dignidad relacionados con los maestros de la República, los conflictos laborales, y las privaciones de libertad que tuvieron lugar en los pueblos durante la Guerra Civil y la posguerra.

Al respecto, el volumen contiene historias de “maestros que creyeron que la educación nos hacía más libres, nos enseñaba a pensar, nos abría a otras posibilidades”, explica la propia autora. En esa línea, las historias también están pobladas por niños obligados a entrar de forma abrupta en la edad adulta a causa del conflicto bélico.

Esas historias se mezclan con la memoria personal de Gómez Arteaga para rescatar escenas cotidianas de la vida de los pueblos, de sus costumbres y de oficios antiguos, ya casi desparecidos, como el de pastor trashumante o el de herrero. También hay espacio para escenarios como el penal de San Cristóbal (Pamplona) o el campo de concentración de San Marcos, en León.