De lenta y agónica se podría describir la vida del Partido Popular en Laciana. Lo cierto es que siempre ha sido un lugar de izquierdas e incluso de muy de izquierdas con alcaldes de Izquierda Unida. Por fortuna, la moderación que es un buen bálsamo para todo, la cosa se ha quedado de momento en socialdemocracia. Actualmente reina gran tranquilidad en el Consistorio lacianiego después de también una accidentada alcaldía que dejó un lastre económico que hacía peligrar hasta las nóminas del personal público.
Y mientras IU, ahora también con Podemos, están pero no se les espera en eso de la victoria final; y el PSOE parece gobernar con perfil bajo pero resoluto; tenemos a un Partido Popular donde su portavoz, harto, deja la política. La unanimidad de su buena conducta ciudadana y pública ha sido la nota general, pero el cansancio de no tener un apoyo de instituciones superiores de su mismo signo o su propia habilidad para sentirse más querido y respaldado han dado al traste con su presencia en el Consistorio.
El PP tiene que quitarse complejos en Villablino. Tanto el PSOE como el PP han maltratado al carbón en el Gobierno central, tanto el PSOE como el PP no han culminado la unión por autovía con el Bierzo y con Asturias por La Espina, tanto el PSOE como el PP no han construido el necesitado Parador nacional…y así podríamos continuar.
Necesitamos un PP fuerte en Villablino y un PSOE también. El resto tiene todo el derecho del mundo a existir y tener representación pero para gobernar, siempre es mejor tener gente “arriba”, esto es en el Congreso, Senado, Junta de Castilla y León, Diputación…
