PREMIOS MUJER 2024

El lacianiego Carlos Moncó corona el monte Cervino, el sueño de los alpinistas

Es posiblemente la montaña más famosa de los Alpes, situada en la frontera entre Suiza e Italia

El monte Cervino para los italianos y Matterhorn para los suizos es posiblemente la montaña más famosa de los Alpes –situada en la frontera entre Suiza e Italia-, por su espectacular forma piramidal, muchas veces reproducida. Su imagen sirve de reclamo publicitario para la firma de chocolate Toblerone y para la compañía productora y distribuidora de cine ‘Paramount Pictures’. Y su cima, considerada como una de las más bonitas del mundo situada a 4478 metros de altitud, ha sido conquistada por un lacianiego, Carlos Moncó -37 años-.

Partió hacia el valle de Cervinia -Italia-, acompañado por otro alpinista leonés con quien hizo la ascensión, el pasado 22 de agosto y llegaron a la cumbre, por la arista Lion -vertiente italiana, mucho más dificultosa técnicamente que la suiza- el jueves día 26. Porque tal y como relata, Carlos Moncó a Laciana Digital, la actividad requiere de varias fases. “Durante dos jornadas nos dedicamos a aclimatización en altura para poder hacer la ascensión con éxito sin vernos sorprendidos por el llamado mal de altura”. Así, en cimas próximas al Cervino, de 4.200 metros, intentaron permanecer “el mayor tiempo posible a la mayor altitud posible”. Una vez visto que “nos habíamos aclimatado bien, decidimos emprender la ascensión el miércoles”.

Ascensión que se dividió en dos tramos. El miércoles partieron desde Cervinia a 2.050 metros de altitud hacia el refugio de Carrel a 3835 metros donde hicieron noche. La primera etapa fue dura, “con más dificultad de lo normal porque la tormenta de la noche anterior dejó nieve en altitud. La pared estaba nevada y esos seis o siete centímetros de nieve son molestos porque no es una nieve que se haya fijado a la arista”, relata el lacianiego, al tiempo que explica que “supuso un esfuerzo físico importante y un desgaste mayor que si la pared estuviera seca”. Para completar esta primera etapa emplearon nueve horas.

Después de pasar la noche en el refugio “en el que no hay ningún tipo de comodidad. Simplemente son cuatro paredes y un techo para refugiarte del viento. No es un descanso como tal. Eso va sigue sumando desgaste”, partieron a las 04:50 horas hacia la cumbre que coronaron en torno a las 10:30 horas. “Partes de 3835 metros a 4478 metros que se encuentra el monte Cervino. Esos escasos 650 metros de desnivel son muy técnicos. Vas muy expuesto a ambos lados de la arista. Es un perfil muy roto. Las rocas no están bien fijadas y tienes que tener precaución donde te anclas”. Todo, con la dificultad añadida de que la nieve caída se había convertido en hielo.

Tras cinco horas largas, el lacianiego y su compañero coronaron la cumbre. “Es la cima que todo alpinista desea conquistar. De gran prestigio y enormemente reconocida en el mundo del alpinismo”, admite orgulloso Moncó. Pero tras la gloria, llegaba la bajada. “Técnicamente es más difícil el descenso. Fueron muchas horas destrepando, con hielo y con mucha precaución. Llegamos a Cervinia a las 21:00 horas”.

Para poder culminar el monte Cervino, el de Laciana conquistó muhas otras cumbres como el Aneto o Monte Perdido, hizo muchos tres miles en la Península y subió a varios cuatro miles como el Mont Blanc . Años de preparación física y experiencia técnica en el mundo del alpinismo. Porque a Carlos Moncó, como buen lacianiego, siempre le ha tirado la montaña “y orgulloso de llevarla conmigo allá donde quiera que voy”, concluye diciendo.

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