El comité de empresa de Endesa en la central térmica de Compostilla, ubicada en el municipio berciano de Cubillos del Sil, confirmó hoy que la compañía eléctrica ya se ha dirigido por escrito a los representantes de los trabajadores para comunicarles su “intención de presentar en las próximas semanas el trámite administrativo ante el Ministerio de Industria para iniciar el cierre de la instalación”, explicó el delegado de UGT en el comité, Antonio Cordero. “La térmica se cierra hundiendo, aún más, en la miseria a esta comarca”, lamentaron los responsables del comité.
En ese sentido, Cordero indicó que esos trámites tienen una duración máxima de 18 meses, lo que dibuja en el calendario una fecha cercana a junio de 2020 para el cierre de la central. Ese año entrarán en vigor las nuevas normativas ambientales de la UE, que obligan a la compañía a llevar a cabo inversiones en desnitrificación de las emisiones si pretende mantener las instalaciones en funcionamiento. Tras dos años sin que esas inversiones figuraran en los planes de la compañía, el delegado sindical subrayó que “estaba claro que iba a ocurrir” aunque señaló que “no deja de ser sorprendente que lo hagan de esta manera”.
En su comunicado, el comité también habla de “muerte anunciada” y recuerda que ha exigido “en multitud de ocasiones” que esas inversiones “necesarias para la viabilidad” se llevasen a cabo para “salvar la central”. “Nadie nos hizo caso”, criticaron los representantes de los trabajadores, que reclamaron que la “transición injusta” diseñada por los sucesivos gobiernos “no deje a muchos compañeros por el camino”.
En la misma línea, el comité agradeció irónicamente la “ayuda prestada” por la clase política, a la que echó en cara que no haya llevado a cabo más gestiones pese a tener “el muerto encima de la mesa”. “Al menos en otros sitios, el presidente de la Comunidad correspondiente, léase Aragón, ha convocado a su Comité y a los alcaldes de las zonas, aunque sólo sea para darles el pésame”, lamentaron.
Por su parte, la compañía, que ayer negó haber presentado aún esa solicitud de cierre, expondrá el próximo miércoles su Plan Estratégico, en el que los sindicatos no esperan que figuren, por tercer ejercicio, las inversiones necesarias para modernizar la planta. Fuentes de la empresa apuntaron al respecto que “el escenario económico para ello no ha cambiado respecto al año pasado”.
La central de Compostilla, que se puso en marcha en 1972, tiene marcado en el calendario la fecha del 30 de junio de 2020 como límite impuesto por la multinacional italiana Enel para cesar la producción. Con esta comunicación a los trabajadores, en la que también se habla de “evitar bajas traumáticas” a través de recolocaciones en otros centros de trabajo, la compañía confirma que esos planes siguen adelante.