El alcalde reclama al gobierno que los ayuntamientos participen en la negociación del plan para la transición justa de la minería

Las reacciones tras conocerse el preacuerdo entre sindicatos y ministerio para una transición justa de la minería del carbón no se han hecho esperar. Uno de los primeros en manifestarse ha sido el alcalde socialista Mario Rivas quien considera que son los ayuntamientos, conocedores a la perfección de las necesidades específicas de sus territorios, los que han de participar activamente en la negociación del plan. Es más, el primer edil espera que el gobierno invite a los alcaldes a hablar “de este tema que afecta en gran medida a los trabajadores y por completo a todos los que vivimos en municipios mineros y queremos que así siga siendo”.

Para lograr alcanzar esa transición justa, Rivas confía en que al final el ministerio cuente con la colaboración de los ayuntamientos, “que sean parte activa para poder ordenar la singularidad que tiene cada uno de ellos” porque tal y como confiesa el propio alcalde, “sería un error elaborar un plan estratégico que solo hable de municipios en unidad y no vea las particularidades que tenemos cada uno de nosotros”. El socialista considera que estos son los últimos coletazos de la minería, un hecho que se vive en el municipio con “incertidumbre y miedo”. Ahora, el alcalde cree, que le toca al ministerio abrir la puerta a la negociación con los municipios “para ver cómo podemos organizar de nuevo un modelo económico que sirva para fijar población”.

Pese a las siglas que representa en Villablino, el regidor reconoce que se debe a sus vecinos. “Tengo la obligación y el deber de estar al lado de quienes me eligieron y trasladar lo que diariamente vivo en la comarca que es un clima de incertidumbre”. Lo que sí tiene claro el primer edil es que “no se puede esperar un minuto más y tenemos que formar parte activamente de la negociación para hablar de cómo podemos seguir adelante”. Tampoco le faltaron palabras contra el Partido Popular a quienes acusó de “inanición” ya que considera que “se perdieron muchos años desde la elaboración del último plan del carbón hasta ahora”.

Valoración del preacuerdo

En cuanto a la valoración del principio de acuerdo, el primer edil lo tiene claro. Ha definido el pacto como “un acuerdo de mínimos muy centrado en la parte laboral”. Rivas advierte que en el plan sí se recoge a un gran número de mineros de las empresas matrices, a través de prejubilaciones o de bajas incentivadas, si bien se deja desamparados a los trabajadores de las subcontratas “que son los grandes damnificados”.

Pero el regidor va un paso más allá y se muestra preocupado por el futuro del municipio y el de sus habitantes. Piensa que, si lo que se pretende es el fin de la minería, “hay que poner encima de la mesa alternativas reales que permitan que se pueda seguir viviendo en este municipio”. Respecto a la intención existente de dar preferencia al carbón autóctono, Rivas reclama “tener dónde quemar el mineral, que haya centrales térmicas activas y que haya contratos con las empresas”, concluye el primer edil.