El consejero delegado de EdP España, Rui Teixeira, anunciaba esta mañana en Asturias que, “si no cambia nada”, la empresa cerrará en junio o julio de 2020 el grupo 1 de la central de Aboño, que junto a la de Soto de Ribera, también de EdP, son las dos únicas térmicas asturianas en las que se llevaron a cabo las inversiones necesarias para poder seguir funcionando.
No obstante, Rui Teixeira puntualizó que la compañía trata de encontrar un combustible alternativo al carbón para todas sus centrales como la biomasa y, en el caso de Asturias, estudian además si podría darse una evolución hacia el gas, según recoge elcomercio.es en su edición de este miércoles. Por el momento, destacó el consejero de EdP, no lo han conseguido, y es por ello que a partir del próximo año el grupo 1 de Aboño tendría una vida limitada, sobre 1.500 horas anuales.
No obstante, EdP seguirá operando con el grupo 2 de Aboño y con la central de Soto de Ribera. “Nuestra ambición es mantener las plantas con las mejores prácticas, seguimos invirtiendo en ellas en eficiencia y será el mercado el que determine si somos capaces o no de recuperar esa inversión”, manifiestó Teixeira, al tiempo que opinó que las centrales que cumplen los requisitos ambientales “no debe cerrarse una tecnología por decreto, sino que debe ser una decisión de mercado”.