Del desmantelamiento a la espera de ser declaradas BIC, esta es la historia de las torres de Compostilla

Actualmente se encuentra en un limbo del que nadie sabe cuándo ni cómo saldrá

La central térmica de Compostilla II, puesta en marcha en el año 1961 en Cubillos del Sil y propiedad de Endesa, se encuentra actualmente en un limbo del que nadie sabe cuándo ni cómo saldrá. Este lugar, ya histórico en la comarca del Bierzo, ha permanecido inactivo durante los últimos años y a la espera de su sentencia final. La cuestión ha sido y sigue siendo, si se va a llevar a cabo su desmantelamiento y por ende, la caída de las dos torres y la chimenea que conforman el grupo III, que ya forman parte del skyline del Bierzo y a las que tanto aprecio les tienen muchos de los bercianos y bercianas.

Compostilla II era una instalación termoeléctrica de ciclo convencional alimentada por carbón que contaba con cinco grupos térmicos que generaban 1312 MW. En el año 2016 sucedió el cierre del grupo 2 y posteriormente, en 2018, Endesa solicitó su clausura definitiva para junio de 2020. Ese mismo año, precisamente en el mes de junio, tuvo lugar su desconexión de la red eléctrica.

El 30 de junio del pasado año 2021, Endesa ya comenzaba a dar sus primeros pasos en el desmantelamiento de la central, un proceso que no superaría en ningún caso los 4 años. Fue el 18 de noviembre de este año cuando el segundo paso hacia su desaparición continuaba por parte de la compañía eléctrica tras declarar el día 1 de diciembre como fecha en el calendario para el adiós definitivo de las emblemáticas torres, a pesar de las múltiples mociones y peticiones para salvarlas.

Ante la noticia, muchos grupos políticos del Bierzo como Cs, Use Bierzo, CB, Bierzo Ya, o el PCE, se sumaron en un intento de propuesta para paralizar la acción, que terminó resultando en éxito. El 24 de noviembre la Junta de Castilla y León ordenó la paralización cautelar del derribo de las torres y la chimenea del grupo 3 de la central térmica, y no solo eso, sino que el portavoz del gobierno autonómico, Carlos Fernández Carriedo, adelantó que se iniciaría un expediente para solicitar la declaración de Bien de Interés Cultural (BIC) para estas estructuras, así como para las otras dos chimeneas de la central.

Algunos líderes de los partidos políticos que pedían el cese del desmantelamiento, tras conseguirlo, ponían de manifiesto su alegría, atribuyéndose así el mérito del resultado. La cuestión es por qué, a una semana de la voladura de las torres, la Junta decide su paralización y gracias a quién o qué han tomado esa decisión. El líder de CB, Iván Alonso, apuntaba que “había llegado lo que tanto pedíamos desde la sociedad berciana”. Por otro lado, la portavoz de Ciudadanos, Ruth Morales, afirmaba que “esta resolución suponía una compensación a meses de trabajo, a numerosas gestiones y reuniones entre Ciudadanos en el Consejo Comarcal y la anterior consejería de Cultura de Ciudadanos, con el único fin de conservar un elemento simbólico que forma parte de nuestro legado, de nuestro paisaje, de nuestra cultura y de nuestra historia”.

Planes futuros tras el desmantelamiento

Ya en 2021, tras el comienzo del desmantelamiento, el director general de Endesa en el Noroeste, Miguel Temboury, anunciaba que se daría a conocer el proyecto industrial seleccionado por el plan Futur-e para reemplazar la central, con una decena de propuestas que optaban para ser la elegida. Todas las iniciativas tenían que ver con la movilidad sostenible, servicios sociosanitarios o la fabricación de materiales de construcción.

Actualmente, surgen varias ideas por parte de los responsables políticos sobre qué es lo que podría ocupar el lugar sobre el que están levantadas las torres. Desde un museo, hasta un parque de atracciones, casi todas las opciones se basan en una alternativa turística o de interés cultural. Solo falta que, ante estas propuestas idealizadas sobre el futuro de este enclave berciano, la Junta traslade los planes y proyectos previstos para el aprovechamiento de Compostilla II.