PREMIOS MUJER 2024

De mi tierra

Tienen en el cabildo acorralado un sapo los rapaces , y no fue el único, que pereció tras las pedradas.

Poco antes, cayeron nidos con los huevos incluidos sobre la tierra o sobre las piedras de las paredes de las huertas , dejando las yemas chorreando como gotas de oro, igual que algún pájaro alcanzado por el perdigón .

Y es que la jauría estaba bien sintonizada con el entorno, y no digamos amaestrada en mil labores no siempre de infantes, pero sí de la escasez , derivando en judiadas y fechorías interminables.

Las ciruelas del cura , eran las mejores, ¡siempre que no te agarrara a medio engarriar y llevaras un palo , o bajando ! Teniendo que esquivar el miedo con un salto desde el árbol para raspar las rodillas, entre otras cosas .

¡Lo peor era ir a misa!, encontrar su mirada de terror que asomaba por encima de aquellas lentes mientras daba de comulgar, o cuando volvía la cabeza con el cáliz en la mano!, O que no tocara hacer de monaguillo pues era larga la penitencia.

¡Desde el tirachinas , pasando por los silbatos ! Hechos de palo verde , hasta los escondites o peleas bravas entre el barro y boñigas , venían a espabilar al más parado, a no ser que fuese importante la pedrada y marchara llorando para casa de la abuela.

¡Y como olvidar el burro!, que le van a por el a la cuadra para hacerlo caminar montados cuatro encima!

Con todos estos matices silvestres, uno puede imaginar, una especie de bárbaros sin domar que andan sueltos como el Lobo y condenados a la ignorancia ,¡ pero no!

La sabiduría manaba de la tierra, Del Río y del charco , de las ranas que saltaban escapando, del burro que obedece, de la hierba donde se revolcaban yendo a parar al lado de la culebra.

Ellos tocaron la libertad y tocaron la esencia, esa que despierta muy adentro ,sacando la listeza impecable de personas con grandes ingenios para sobrevivir en cualquier lugar del mundo.

Isasy Cadierno

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