En un acto de reparación histórica y memoria democrática, el Ministerio de Cultura ha restituido a la Fundación Francisco Giner de los Ríos el cuadro Don Francisco Giner de los Ríos, niño, del pintor Manuel Ojeda y Siles. La obra, incautada durante el franquismo en 1940, había permanecido en la Biblioteca Nacional de España, donde se catalogó oficialmente en 1985 como propiedad de la Institución Libre de Enseñanza (ILE).
El ministro de Cultura, Ernest Urtasun, presidió el acto de entrega, que se enmarca en las iniciativas del programa Cultura con Memoria, orientadas a reparar los expolios y vulneraciones de derechos sufridos durante la dictadura. “Este acto simboliza el compromiso de este gobierno con la memoria democrática y la restitución de bienes culturales a sus legítimos propietarios. Es un paso hacia la justicia y el reconocimiento del legado de la Institución Libre de Enseñanza, que tanto contribuyó al progreso educativo y social de nuestro país”, declaró Urtasun.
La obra fue recibida por José García-Velasco García, presidente de la Fundación Giner de los Ríos, entidad que preserva el legado de la ILE. Fundada por Francisco Giner de los Ríos, Gumersindo de Azcárate y Manuel Bartolomé Cossío, la ILE fue una institución pionera en la educación moderna en España, basada en los ideales krausistas de libertad, racionalidad y formación integral.
Según palabras de Pedro González Álvarez, patrono de la Fundación Sierra Pambley esta noticia “supone una buena iniciativa, está todo el mundo muy contento”.
Influencia de Giner de los Ríos en Villablino
Este acto de restitución tiene especial relevancia histórica. En noviembre de 1885, la ILE fue clave en la creación de proyectos educativos avanzados como la Escuela de Enseñanza Mercantil y Agrícola de Villablino. Impulsada por figuras como Giner de los Ríos y Fernández Blanco de Sierra Pambley, esta escuela ofrecía formación técnica y profesional en áreas como la lechería y la mantequería. Hace casi 140 años que Don Paco (Francisco Fernandez Blanco de Sierra Pambley) animó a realizar el trayecto a Villablino a Francisco Giner de los Ríos, junto con Gumersindo de Azcárate y Manuel Bartolomé Cossío. Tanto es así, que Luis Mateo Díez narra en Las lecciones de las cosas, que tardaron doce horas en llegar a la comarca lacianiega, realizando el último tramo a pie entre la nieve, hasta llegar a la Casona de Sierra que todavía hoy se mantiene. En aquellas instalaciones, consumaron lo que iba a ser la escuela originalmente agrícola que dotaría de formación a los vecinos de la localidad y que extendieron a la educación general logrando un récord de alfabetización en la comarca, además de favorecer la creación de una floreciente industria.
En esta escuela se impartían enseñanzas de lechería, mantequería y quesería, y una tercera de Ampliación de Instrucción Primaria. De este modo, los vecinos de Villablino comenzaron a manipular productos lácteos lo que les llevó, más tarde, a fundar reconocidos comercios como es el caso de Mantequerías Leonesas en Madrid, que alcanzó gran fama a comienzos del siglo XX.
Con esta primera institución se buscaba seguir la estela de la enseñanza de la ILE, que implicaba formar también al profesorado con estancias en el extranjero para conocer las más avanzadas técnicas de elaboración. Sin embargo, el régimen franquista consideró a la ILE como opositora a los ideales del movimiento nacional y la declaró ilegal en 1940. Sus bienes fueron incautados y asignados al Ministerio de Educación Nacional. Entre ellos, el lienzo ahora restituido, que permaneció durante décadas en la Biblioteca Nacional.
Con esta devolución, el Ministerio de Cultura reivindica no solo la importancia del patrimonio cultural, sino también la memoria de una institución cuya labor transformó la educación en España. La restitución de la obra simboliza un acto de justicia hacia una entidad que, pese a la represión, continúa inspirando el avance educativo y social del país.