Cuatro empresas optan a la nueva licitación para las obras del voladero de urogallo de Caboalles de Arriba

Una de ellas, Imeva Infraestructuras S.L, es la que está acometiendo los trabajos del edificio polivalente en la zona aledaña al actual centro del urogallo, área donde también se ubicará el voladero

Después de que la empresa Carlos Calvo S.L renunciase a las obras de construcción del voladero de urogallo de Caboalles de Arriba, cuatro son las empresas que se han presentado a la nueva licitación promovida por la Fundación Patrimonio Natural de la Junta de Castilla y León. Precisamente una de esas cuatro empresas, Imeva Infraestructuras S.L, es la que desde principios de julio está acometiendo los trabajos del edificio polivalente en Caboalles de Arriba, en la zona aledaña al actual centro del urogallo, mismo recinto en el que se pretende asentar el futuro voladero.

Las otras tres empresas interesadas en los trabajos son Audeca S.L.U, Diversa Desarrollo e Innovación S.L y Sanma Infraestructuras S.L. Ahora es la Fundación Patrimonio Natural, entidad que costea los proyectos del voladero y el edificio polivalente con cargo al Programa de Infraestructuras Turísticas en Áreas Naturales de Castilla y León, la que debe resolver la adjudicación de las obras y lo hará previsiblemente la segunda semana del mes de agosto, tal y como apuntan a Laciana Digital fuentes de la Junta de Castilla y León. Cabe recordar que el valor estimado del contrato de obras es de 152.182,98 euros -sin impuestos- con un plazo de ejecución de cinco meses.

El Voladero del Urogallo Cantábrico (VUC) se proyecta dentro del recinto del Centro del Urogallo de Caboalles de Arriba. Se emplazará en la esquina sureste de la parcela, donde la topografía es más pronunciada y la vegetación existente es más abundante. Este aspecto adquiere gran importancia ya que se mantendrán los árboles existentes y se reutilizarán para completar el sistema de mástiles que soportarán la malla con la que se cubrirá el voladero.

El pequeño edificio se plantea como un mirador hacia el interior del voladero, en el que se desarrollará un ecosistema artificial similar al espacio natural donde vive esta especie de ave galliforme. La actuación se realizará sobre 197 m2 del edificio y 520 m2 del recinto donde habitarán los urogallos.