Cuando tres son multitud

Nos han demostrado PP y Vox en las Cortes de Castilla y León que tres botones, uno rojo para el no, uno amarillo para la abstención y uno verde para el sí, es demasiado complicado para que acierten cómo tienen que votar para que sus propias leyes salgan aprobadas. El monumental error que cometieron durante la tramitación de los presupuestos de la comunidad, ha tenido un coste legal y económico. Sin embargo, el coste político parece que será cero, asique sus señorías ya ni recuerdan el bochorno que supuso y siguen a “las cosas importantes” que este año tocan elecciones.

Hay gran expectación por ver cómo aguanta la terna Feijoo, Ayuso y Vox durante este año electoral. Feijoo se resiste a abandonar el discurso económico. Creía que ahí sería capaz de darle buenos revolcones a Pedro Sánchez en sus confrontaciones en el Senado, pero la realidad ha sido muy dura para el político gallego. Ha cometido demasiados errores, errores injustificables en una persona con un elenco importante de asesores y con unos cuantos años a sus espaldas, supuestamente, gestionando nada más y nada menos que una comunidad autónoma. Además, desde Europa siguen llegando alabanzas hacia las decisiones que toma el gobierno central en materia económica, por lo que ese camino no es un camino de rosas para una oposición que quiere que todo salga mal. Así las cosas, Feijoo lo intenta presumiendo de buenos gestores, de lo bien que gestiona el PP cuando gobierna. Un discurso que deja un campo bien abonado para sus rivales políticos que sólo tienen que recordar la corrupción del PP, ya ratificada por sentencias judiciales, cuando ha estado al frente de las instituciones.

Sin atender los deseos de Feijoo, Ayuso y Vox se empeñan en dirigir el debate hacia el terreno en el que ellos se sienten fuertes y realmente a gusto, que es en el discurso ideológico. De momento han ganado esa batalla por goleada ya que desde Castilla y León, su Vicepresidente, ha conseguido otro minuto de gloria en las redes sociales y en los informativos nacionales obligando a todos los líderes populares a tener que posicionarse respecto a las medidas anunciadas en relación con las mujeres que quieren abortar; unas medidas que suponen un tutelaje humillante, un chantaje emocional, además de aumentar la culpabilidad y la estigmatización de las mujeres que quieren ejercer este derecho.

Y mientras, a la izquierda del PSOE, en la autodenominada izquierda verdadera, de momento, parece que Pablo Iglesias, Ione Belarra y Yolanda Díaz no caben en el mismo espacio político. Sí, realmente hay casos en los que tres son multitud