El Gobierno del Principado de Asturias ha confirmado la existencia de gas grisú en la mina de Cerredo donde el pasado 31 de marzo una explosión causó la muerte de cinco trabajadores y dejó heridos a otros cuatro. Así lo ha asegurado la consejera de Transición Ecológica, Industria y Comercio, María Belarmina Díaz, quien recalcó que “se tardó en entrar porque había grisú”, lo que retrasó la inspección inicial tras el siniestro.
La inspección técnica se desarrolló este martes, con técnicos trabajando durante horas en el interior de la explotación para recoger datos, muestras y elaborar el primer informe. Aunque la investigación está en una fase inicial, la consejera asturiana confirmó que se manejan hipótesis sólidas sobre la presencia de grisú como factor determinante del accidente.
Díaz, que participó en una reunión con la Asociación de Municipios en Transición, destacó que “no se van a escatimar medios” y que “se va a entrar tantas veces como sea necesario”, así como que se celebrarán todas las reuniones necesarias de la comisión especial de investigación.
En el encuentro participaron representantes municipales del entorno, entre ellos el alcalde de Villablino, Mario Rivas, así como el teniente de alcalde de Cerredo, Luciano Villanueva, y el alcalde de Torre del Bierzo, Gabriel Folgado, en una muestra de unidad institucional ante una tragedia que ha conmocionado al territorio.
La consejera también recordó que el caso está judicializado, y que el Principado se presentará como acusación particular, solicitando refuerzos para el Juzgado de Cangas del Narcea con el fin de acelerar los procedimientos. “Queremos dar respuestas a las familias cuanto antes”, declaró Díaz, insistiendo en que se respetarán los tiempos judiciales pero se hará todo lo posible para avanzar con la máxima rapidez.
Además, informó de que los cuatro mineros heridos presentan una evolución favorable, mientras continúa el análisis técnico de lo ocurrido en la explotación de Cerredo.