Ahora sí... Lumajo comienza su reconversión en fábrica cervecera

La llegada de la cerveza minera a la comarca de Laciana ha causado auténtico furor. Su aparición ha coincidido con el inicio de las esperadas obras en los viejos cuartos de aseo del grupo Lumajo donde ya se está construyendo la que será la fábrica artesanal de la 12.70. De hecho las puertas ya se han instalado y en las próximas horas se intervendrá en las ventanas. Lo ha confirmado a este medio de comunicación el propio promotor de la cerveza, el empresario lacianiego afincado en Panamá, Juan José Villanueva. Y lo anuncia asegurando que los trabajos de remodelación del antiguo edificio se están sufragando, hasta ahora, a través de fondos propios y financiación.

De hecho, la intención de Villanueva es que esta primera fase de las obras, que corresponde a la adecuación del viejo inmueble para comenzar a producir cerveza, esté concluida a finales de este año sí o sí. Por lo tanto, de cara a estas mismas Navidades la cerveza 12.70 ya se estará produciendo en Lumajo. Es más, el propio joven ha confesado que el retraso en el inicio de las obras se ha debido a problemas burocráticos. “Ya se sabe que en julio y en agosto se paraliza todo, y por diversos problemas ajenos a nosotros los trabajos se iniciaron más tarde de lo que habríamos querido”.

Pero si hay un objetivo claro para el lacianiego es que las labores que se acometan en el edificio se ejecuten solo y exclusivamente con mano de obra local. Tanto es así que toda la adecuación del inmueble está siendo dirigida por un autónomo de la zona, Pablo Ramiro -decoservice- que a su vez precisará de entre cuatro y seis puestos de trabajo más que recaerán también en el Valle de Laciana. Lo que está claro es que se genera empleo “porque la obra es grande”, ha precisado el promotor.

No obstante, el camino no será sencillo ya que hablamos de un inmueble con una antigüedad de cien años. Y ese precisamente es uno de los encantos de la futura fábrica artesanal que confiere a la cerveza un valor añadido en cuanto al aspecto turístico porque la intención del promotor del proyecto es ejecutar una segunda fase, que estaría finalizada más o menos en el plazo de un año, de adecuación turística. Juan José ha puesto como ejemplo a los esquiadores que durante el invierno se acercan a la estación invernal ‘Valle de Laciana-Leitariegos’ . La fábrica de la 12.70 sería un reclamo turístico más. “Podrían visitar la fábrica y elaborar su propia cerveza”, ha señalado el promotor. “La cuestión es que el turista venga y tenga algo qué hacer”. En la misma línea, Villanueva planea crear sinergias con las empresas locales para ofertar paquetes turísticos en común. Y ahí existen un sinfín de posibilidades. Todo para que el dinero se quede aquí, en Laciana.

La 12.70, todo un torbellino de sensaciones

Quien más y quien menos ya ha probado la cerveza. Algunos reniegan de su amargor, y a otros, los más cerveceros quizás, les apasiona. Pero quietos todos, porque Juan José Villanueva y su mano derecha en el proyecto, Abel Díaz, han querido precisar que el sabor de esta primera tirada de la 12.70, que se ha embotellado en tercios y en quintos y que ya está disponible en la mayoría de bares y restaurantes de la comarca, no es el definitivo. “Hay que ajustar la producción porque la primera tirada de quintos salió más amarga de lo que quisiéramos”, comenta convencido Villanueva.

Ahora bien, ¿quién ha probado ya la cerveza pinchada directamente del barril? Algunos privilegiados, en el restaurante El Campillo de Sosas de Laciana que aseguran que es un sabor mucho mejor que el de los botellines. Y no es de extrañar porque es otra receta diferente que otorga al caldo un gusto más parecido al que será el sabor definitivo de la 12.70 porque hay que tener en cuenta que la cerveza se fabricará en Lumajo con agua de esta pedanía, lo que mejorará claramente la receta.

Todos aquellos que no hayan tenido el placer de poder catar la cerveza tirada en caña, podrán hacerlo el próximo jueves 16 de agosto durante el acto de presentación oficial de la 12.70 -de 21:30 a 23:00 horas en la plaza Luis Mateo Díez de Villablino-. “Al que le haya gustado el amargor de la cerveza minera en botellín de quinto no le va a gustar la del cañero, pero al que no le haya agradado le va a encantar porque es un sabor mucho más dulce”, matiza su promotor. Aún así, ese día, la 12.70 también estará disponible en botellines de quinto y tercio además de que se podrán adquirir las botellas de la edición limitada en recuerdo a los mineros fallecidos en accidente de trabajo.

No hay que olvidar que fabricar cerveza, al final, es cocinar. Quitar un poquito de aquí y ponerlo allá. Y en esas están los promotores del proyecto. Ajustando el lúpulo a los paladares de los lacianiegos. De todas formas, habrá cerveza para todos los gustos y los colores. Prometido. Palabra de Villanueva.