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Hasta la lluvia, contra todo pronóstico, respetó este fin de semana la cuarta edición del Memorial ‘Pozo María’, organizado por el club deportivo ‘Caboalles de Abajo’. Han sido dos días de fútbol con gradas abarrotadas por las aficiones de cada club y niños que pusieron sobre el césped toda la ilusión y las ganas por hacerse con el codiciado trofeo.
Han sido muchos los partidos disputados a dos bandas, entre el campo de fútbol ‘Paco Potro’ de Caboalles de Abajo y el campo del Laciana, en Villablino. Han sido muchos los hospedajes que, gracias a este evento, un año más, volvieron a colgar el cartel de ‘completo’ y muchos bares y restaurantes de la zona los que también llenaron sus comedores. Porque el Memorial ‘Pozo María’ es, además de deporte y deportividad, un revulsivo económico para el valle.
Este fin de semana, el primero del torneo puesto que el próximo -días 17 y 18 de junio- tendrán lugar los encuentros de la categoría infantil, deja como ganador, en la categoría benjamín, al Celta de Vigo. La plata fue para el Sporting de Gijón y el bronce para el Real Oviedo. El mejor portero de la modalidad fue Brais, del Celta de Vigo y el mejor jugador Pelayo, del Sporting de Gijón.
En prebenjamín, la gloria se la llevó el equipo que ha conseguido que el Memorial este año tome tintes internacionales, el Sporting de Braga -Portugal-. El club berciano de Flores del Sil se hizo con el segundo puesto y la Ponferradina con el tercero. En esta categoría Juan, del Flores del Sil, fue proclamado como mejor portero y Nelson, del Sporting del Braga, se llevó el título de mejor jugador.
Por último, el Real Oviedo fue el vencedor de los alevines. La plata fue para la Cultural leonesa y el bronce para el Sporting de Braga. El portero menos goleado en esta modalidad fue Lucas, del Real Oviedo y el mejor jugador Arian, del Sporting de Braga.
El Memorial, historia de un pasado minero
El Memorial del Pozo María es más que deporte. Y que turismo. Es recalar en la cara más feroz que la mina dejó. Es mostrar a los asistentes la esencia de la tierra. De su carácter. Es recordar a todos los que perdieron su vida en el tajo, y especialmente, a los diez mineros que fallecieron en el Pozo María en 1979. Cada año el evento deportivo lo conmemora, de forma muy sencilla pero emotiva.
Así ha sido también este domingo. Después del partido conmemorativo entre el Sporting de Braga y el club Caboalles de Abajo, miembros de la cofradía del Cristo de los Mineros de Caboalles de Abajo, ataviados con los trajes de faena, abrían paso, en el campo de fútbol ‘Paco Potro’, al desfile, integrado por los pendones y estandartes de la zona, acompañados por las gaitas y los criadores de mastín del valle junto con sus perros.
Y frente al monolito ubicado en el campo de fútbol, la lacianiega Charo González, entonó varias canciones para rendir tributo a los diez del pozo María. También hubo ofrenda floral. Este año Julia Suárez, viuda de Santiago Santamarta, el que fuera presidente del club Caboalles de Abajo recientemente fallecido, depositó, a los pies del monumento, las flores blancas en recuerdo a quienes perdieron la vida en el tajo.
También en el monolito, la organización hizo entrega de varias placas conmemorativas: a Julia Suárez y a Charo González, al Ayuntamiento de Villablino, a la pedanía de Caboalles de Abajo, al concejal de Deportes en funciones, Jose Saavedra y a Chema Moreno, artífice de que equipos de primer nivel participen en el Memorial.
