Experiencia de una víctima de violencia de género:
Antes de que empiecen los maltratos se van juntando varios factores vas dejando que pasen cosas que sabes que no son normales en una relación, y claro, no lo paras porque toda esta situación va jugando con tu mente, y empiezas a culparte a ti misma, más que nada, porque ha llegado un momento en el que te has aislado del mundo exterior, de tu familia, de tus amigos y de la sociedad en general. Ya no es solo un maltrato físico, es también en todos los casos, un maltrato psicológico, poco a poco va desapareciendo tu personalidad, vas desapareciendo tú, llega un momento en el que ni siquiera te reconoces a ti misma, ya solamente tratas de apaciguar los momentos de tensión para que no vayan a más, e intentas que él se mantenga en calma para que no explote la situación y vaya a una situación de peligro para ti. Él es ya tu dueño, es por tanto, dueño de ti y de tus momentos, ya solo existes para agradar a esta persona, tú ya no estás. Tu esencia como persona y como individuo ha desaparecido.
En muchas ocasiones, por no decir prácticamente todo el tiempo, sabes que te tienes que ir de casa, pero claro ¿a dónde vas? No quieres que tu familia asuma esa carga y no les cuentas qué es lo que vives en tu día a día. Sabes que si te vas, quizá sea peor; necesitas apoyo para irte y no quieres molestar. Se convierte, así, esta situación en parte del maltrato y sufres porque no quieres estar donde estás. Te pesan muchas cosas para irte, porque no estás sola, estás con los niños, y te preguntas qué va a ser de nosotros… Luego empiezas a darte cuenta de que te autoengañas.
Finalmente, se presenta una salida a esta situación y te agarras a ella con todas tus fuerzas, aunque ya te quedan pocas, y empiezas un largo y cruel camino. Sabes que él va a estar ahí, angustiando tu camino cuando pueda, pero también sabes que tienes que andar este camino porque si no lo caminas, ese será tu final. Y luchas, y te agarras a la ayuda que te prestan, porque sabes que sola no puedes y que no puedes seguir aguantando esta situación que solo va a más.