Carta de despido para casi la totalidad de los trabajadores de La Escondida

Con el 31 de diciembre a la vuelta de la esquina, el grupo Hijos de Baldomero García, que opera en la localidad lacianiega de Caboalles de Arriba, ha puesto sobre la mesa en las últimas horas las cartas de despido para casi la totalidad de los mineros de La Escondida. De hecho, de los cerca de sesenta trabajadores que hay en plantilla, tan solo proseguirán una docena “para las tareas de conservación de la mina, mientras se llevan a cabo las últimas conversaciones con el ministerio”, han matizado fuentes de la empresa.

Esta decisión supone el cese de la actividad minera en La Escondida “hasta que se resuelva con el ministerio para la Transición Ecológica ese acuerdo al que estamos intentando llegar para la devolución de las ayudas estatales”, señalan las mismas fuentes, quienes a la vez apuntan que “si se alcanza un pacto que permita la devolución del dinero de un modo flexible, podremos continuar y se reanudará la actividad”. Lo contrario significaría el desmantelamiento de la explotación y el cierre.

Aún así, la empresa está realizando todos los trámites necesarios para mantener un nuevo encuentro con el ministerio que permita proseguir con esas negociaciones que van bien encaminadas ya que existe “buena predisposición por parte de la secretaría de Estado de Energía para estudiar el tema”. Es más, el empresario Manuel Lamelas Viloria, propietario de HBG, ya se había mostrado convencido de que la actividad en la mina proseguiría más allá de enero de 2019. Eso sí, adaptándose a las circunstancias actuales.

Por el momento la empresa se afana en encontrar, junto al ministerio, esa fórmula jurídica que permita la devolución de ayudas de un modo flexible y cumpliendo con la directrices que establece la Unión Europea. Todo por intentar salvaguardar la única explotación de interior que hasta el momento permanecía activa en la provincia de León.