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Esta acción quiere poner en valor el trabajo de todas las poblaciones, organizaciones y personas que estás realizando actuaciones para intentar mejorar, y en gran medida alcanzar la accesibilidad universal en los más de 10.800 kilómetros que compone la Red de Caminos Naturales de España, perteneciente al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.
En este caso se apuesta por una obra de arte sostenible que quiere destacar el legado minero a orillas del Río Sil. El trazado de este Camino Natural, ciclable en su totalidad, comienza en el antiguo lavadero de carbón de la capital lacianiega. A pesar de que la infraestructura se encuentra en proceso de desmantelamiento, aún es posible palpar la importancia que la minería ha tenido para la zona. Este recorrido sigue en parte los pasos del ferrocarril minero de ancho métrico que hasta el año 2012 unía la estación de Villablino con el cargadero de Villaseca de Laciana, para continuar después hasta el cargadero de El Castro a través de un tramo de la antigua red ferroviaria de 60 cm de ancho.
El itinerario avanza en paralelo al río Sil y deja atrás el núcleo urbano de Villablino para adentrarse en una zona en la que predominan las pequeñas huertas familiares, que aprovechan las fértiles tierras aledañas al río. En el apartadero de Sosas es posible hallar un área de descanso y un panel interpretativo que permiten disfrutar del paisaje y conocer un poco mejor los edificios mineros que fueron parte del extinto trazado ferroviario que atravesaba esta zona.
El trayecto continúa por la localidad de Rioscuro, donde un espectacular puente de piedra sobre las aguas del Sil da la bienvenida al viajero. Poco después, el puente ferroviario de Rioscuro deja el río a la izquierda del itinerario y desde este enclave será posible avistar ejemplares de ganado vacuno o equino pastando en pequeños prados cercanos al cauce.
El recorrido sigue remontando el serpenteante cauce del río Sil, que conduce al caminante hasta una pequeña área de descanso con una antigua casa de piedra que precede al puente de Robles, situado al sur del núcleo urbano de Robles de Laciana.
Se suceden en el trazado, dos pequeños tramos, 91 y 86 metros respectivamente, para alcanzar poco después el Puente Regalao, cercano al abandonado cargadero de Arias, cuyos restos, a la derecha del itinerario, son la antesala de un cruce de caminos en el que se avanza sin separarse del río hasta llegar al puente de Villaseca, para ascender hasta la explanada donde se ubicaba el antiguo cargadero de Villaseca de Laciana.
El itinerario se prolonga por uno de los ramales secundarios de 60 cm de ancho que unían las mimas de Lumajo con el cargadero de Villaseca. Tras superar el cauce del río Almuzarra gracias al puente de Lumajo, se pone punto final al Camino Natural de Villablino a Villaseca, que concluye su recorrido en el cargadero de El Castro, junto con un panel interpretativo y un área de descanso que permiten disfrutar de este enclave de pasado minero.
Con esta panorámica, se pretende realizar una obra perteneciente a la disciplina Land Art, una corriente del arte contemporáneo en la que el paisaje y la obra de arte están estrechamente enlazados. Utiliza a la naturaleza como material (madera, tierra, piedras, arena, viento, rocas, fuego, agua, etc.) para intervenir en sí misma. Es decir, la naturaleza se convierte en un lienzo de enormes dimensiones y que “estará realizada íntegramente sobre hierba y piedra con pigmentos de minerales e inertes 100% sostenibles con pintura de caseína vegetal y sin impacto negativo al medioambiente.
