‘Camino Negro’ rueda en Laciana

Villablino, además de otros municipios mineros como Toreno, Fabero, Matarrosa y Páramo, ha sido elegido como uno de los escenarios donde se está rodando ‘Camino Negro’, adaptación cinematográfica del libro homónimo de la escritora berciana María Luisa Picado.

Y precisamente este jueves ha tenido lugar la grabación en la comarca de Laciana. Se ha rodado en la estación del tren, en la Casa de Cultura, en el cine, en la calle Fuente Sila y en las calles Corral de Abajo y Corral de Arriba, con una veintena de figurantes de la comarca, que fueron elegidos en el casting que tuvo lugar en la capital lacianiega, si bien es cierto, el elenco de actores y actrices que participan en este proyecto y dan vida a los personajes está compuesto por Arantxa del Sol, Cuca Escribano, Marta Urcelay, Antonio Mayans, Javier Alaiza, Rafa Castillo, José Varela, Luna Martínez, la lacianiega Aitana Quintans, Elisa Ayuso, Deborah Gil, Ana Galán y Carlos Aceituno.

Hasta el municipio, nuevamente, se trasladó este jueves el equipo de Luisje Moyano, director de la película, acompañado por la propia autora del libro María Luisa Picado. Moyano admitió sentirse “muy feliz de rodar en Villablino. Todo el mundo sabe lo que me gustó este pueblo. Lo hemos pasado muy bien porque en un lugar tan acogedor como Laciana, siempre se está bien”.

Eufórica y feliz, se mostró también María Luisa Picado. “Me siento en una noria de sentimientos, pero por encima de todo agradecida a toda la gente que puso su granito de arena, que hace el montón inmenso”, entre ellos, recordó la autora, “todos los Ayuntamientos que apoyaron la iniciativa, uno de ellos el de Villablino”.

Paralelamente, el pasado sábado, el equipo de Moyano también visitó la comarca de Laciana para grabar un documental dedicado a la mujer minera. Su rodaje tuvo lugar en la sede de UGT en Villablino.

‘Camino negro’ será una radiografía a la lucha y a las reivindicaciones mineras. Una historia que se desarrolla en dos tiempos. Un primero, ambientado en la década de los 60, marcado por las huelgas y la represión de la dictadura, y el segundo que ya refleja la situación de decadencia del sector, centrado en las movilizaciones de 2012 y 2013.