PREMIOS MUJER 2024

Beatriz Delgado cuenta en prosa poética sus ‘Días de silencio’

La joven lacianiega presentó en la Casa de Cultura de Villablino su primer libro, cuya prologuista es la escritora Mercedes Fisteus

No es que vuelva a Laciana porque en realidad nunca se ha ido. Una parte de ella habita aún en el valle. En las calles donde pasó su infancia. En el colegio donde forjó amigos. En el pinar de la Corradina, su refugio. En su tierra, la que moldeó su carácter.

Este sábado, la joven de raíces lacianiegas, Beatriz Delgado -1984-, regresó a casa para presentar su primer libro ‘Días de silencio’, una obra en la que su autora vacía sus sentimientos. Una joya literaria, que es pura magia, escrita en prosa poética. “Son frases cortas, pero que se quedan contigo mucho tiempo porque te hacen pensar”, confesó Delgado.

Desde muy pequeña, su modo de escape fue la escritura. Como quien activa el modo avión en el teléfono. Su cara más reflexiva queda plasmada a la perfección en el libro, cuyos primeros escritos son del año 2010, aunque el groso del contenido lo hizo durante la pandemia de 2020, “cuando no se podía salir ni quedar con amigos ni ver a la familia. Fue mi forma de liberarme”, confiesa la autora.

Beatriz Delgado se siente muy orgullosa de ‘Días de silencio’, y admite, a la vez, que “ha sido una suerte” contar con la escritora lacianiega Mercedes Fisteus como prologuista. “Para mí es un privilegio”, sostiene. Otra joven mujer, también lacianiega, Noelia González, fue la encargada de presentar el acto. Amiga de infancia de la autora, acompañó a Delgado en su cita con su valle. La sostuvo cuando los nervios afloraron. “Para mí es la presentación más importante, la que más ilusión me hace y con la que más nerviosa he estado”, admite Beatriz.

Porque, aunque escribe desde niña, nunca imaginó que su sueño de publicar un libro se haría realidad “y que iba a poder presentarlo en casa rodeada de la gente que más me quiere”.

Así es Beatriz Delgado

Enfermera -en Mallorca- con alma de poetisa. De pequeña creía en los cuentos de brujas y dejaba volar su imaginación, como buena Piscis. Sensible. Dulce. Bondadosa. Generosa. Y con un enorme sentido de la justicia. Siempre dispuesta a ayudar y a escuchar. Seguramente, por estas cualidades, hoy es enfermera, porque quería salvar el mundo y su trabajo la salvó a ella.

En su pelo nunca faltaban los rizos y en su cara una sonrisa. Se fue del valle cuando tenía catorce años y aún así, los de la generación del 84, aún conservamos, con mucho cariño, gratos recuerdos de ella. Así es Bea Delgado.

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