El presidente del Principado de Asturias, Adrián Barbón, ha señalado directamente a la empresa Blue Solving como posible responsable del trágico accidente ocurrido en la mina de Cerredo, en el concejo de Degaña, donde el pasado 28 de marzo perdieron la vida cinco trabajadores y otros cuatro resultaron heridos de gravedad tras una explosión.
La compañía operaba en el yacimiento oficialmente clausurado desde 2018, con un permiso para realizar labores de prospección en busca de grafito. Sin embargo, existen sospechas fundadas de que la empresa habría estado extrayendo carbón de forma ilegal.
La empresa Promining, que también presentó una solicitud para operar en la zona, ha denunciado ante la Fiscalía lo que considera una explotación encubierta del yacimiento. La consejera de Transición Ecológica, Belarmina Díaz, ha defendido la actuación de la administración autonómica, asegurando que “en absoluto ha habido una actuación negligente” por parte de la autoridad minera. Según Díaz, se realizaron ocho inspecciones sin detectar irregularidades y los permisos concedidos no permitían en ningún caso la extracción de carbón.
La tragedia ha provocado una fuerte conmoción en las cuencas mineras. Durante el funeral celebrado el pasado fin de semana, familiares y compañeros de los mineros fallecidos expresaron su dolor y su indignación. “Los tenían trabajando en una ratonera”, declaró una de las familias.
Barbón ha prometido llegar hasta el final para depurar responsabilidades. “Es un día de dolor, pero también de exigencia. No podemos permitir que tragedias como esta vuelvan a repetirse”, sentenció el presidente. La investigación judicial sigue en curso.