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Desde hace días, la comarca de Laciana soporta, con indignación, el tránsito de vehículos pesados que transportan carbón de importación desde el puerto gijonés del Musel hasta la central térmica de Compostilla.
Hoy la controversia gira en torno a ese supuesto altercado que ocurría, antes de salir el sol, cuando, supuestamente, uno de estos camiones recibía el impacto de un cóctel molotov “que rebotó en la cabina y cayó posteriormente en la calzada”, tal y como ha relatado el responsable de la patronal asturiana de transportistas, Alejandro García.
Un hecho que se desconoce tanto por parte de la Policía Local como por parte de la Guardia Civil. Incluso los propios sindicatos de la zona y el alcalde, Mario Rivas, dicen no tener conocimiento de tal incidente.
Pablo Ménguez, presidente del Comité de Empresa de Astur Leonesa, niega taxativamente el suceso y confiesa que, precisamente ayer, los transportistas solicitaron escolta que custodiase su paso por el municipio de Villablino. Una petición que fue denegada invitando a los camioneros a que se costeasen su propia protección de forma privada.
Ménguez cree que se trata de una mera artimaña confeccionada por los propios camioneros para conseguir escolta. “Tendrán miedo y es normal que lo tengan, pero lo único que pretenden es que se les custodie”.
De la misma opinión es el alcalde, Mario Rivas, quien en las últimas horas solicitó la ayuda de la subdelegación del Gobierno en León con el fin de que estos camiones circulasen por otros itinerarios en aras a mantener el clima de paz social que hasta ahora reinaba en la comarca.
El regidor considera que se trata de un “juego interesado” con el objetivo de lograr protección que les permita transitar de forma segura por el municipio porque tal y como ha subrayado “son acusaciones, a día de hoy, falsas. En Villablino se desconoce absolutamente este incidente”.
Para Rivas no pasa desapercibido el hecho de que las primeras noticias que se han tenido sobre ese supuesto altercado hayan partido, precisamente, de la vertiente asturiana; lugar de donde proceden estos vehículos pesados.
No hay duda de que para el alcalde se está intentando, precisamente y una vez más, poner en la picota “al sector minero, a sus trabajadores y a los que vivimos en las cuencas”.
Por eso, el regidor, y “respetando profundamente el trabajo de cada uno de los camioneros”, aboga a que este colectivo muestre cierta sensibilidad con la situación que se vive en las comarcas mineras.
Y con el fin de buscar esa “ansiada” paz social, Rivas advierte que si los camioneros han de desplazarse por otros itinerarios que supongan mayor gasto, “lo que tienen que hacer es repercutir ese coste a las propias centrales térmicas que son las que compran el carbón que transportan”.
Pero Mario Rivas no está solo. Precisamente hoy, en la reunión mantenida por la Agrupación de Municipios Mineros de Castilla y León, que se llevó a cabo en Fabero, los alcaldes de Sabero y de Toreno han respaldado absolutamente el sentir del alcalde de Villablino.
De momento, Laciana, comarca minera por excelencia, sigue aguantando con crispación el paso de estos camiones repletos de carbón que no pertenece a la minería española; sector que ha vivido en constantes controversias con el Gobierno, con las centrales térmicas y ahora, y como ya sucedió tiempo atrás, con los propios camioneros.
La versión asturiana
Alejandro García, responsable de la patronal asturiana de transportistas sostiene que aún no había amanecido cuando el cóctel molotov impactaba contra la cabina del camión y caía en la calzada.
Un ataque que, según él, era presenciado por otro transportista que circulaba cien o doscientos metros más atrás.
Para García, el colectivo de camioneros “está siendo castigado cuando no es culpable de nada” sino que, a su entender, lo son las propias centrales térmicas.
En este sentido, añadió que los transportistas asturianos simplemente se dedican a ejercer su trabajo “y si hay que llevar carbón del Musel como si hay que llevarlo de otra parte”.
Pero la mayor crítica la vertía contra esa “petición” basada en que los camiones no circulen por el término municipal de Villablino, como se estaba haciendo hasta ahora.
A su juicio, “en ningún país un poco civilizado hay una zona como Villablino por la que no pueden pasar los camiones cargados de carbón. Eso solo sucede en países centroamericanos donde hay unos narcotraficantes que tienen una zona acotada y sino llevas un vale no pasas”.
