Los Ministerios de Sanidad y Educación y Formación Profesional han elaborado un documento, que mañana será presentado a las comunidades autónomas en la Conferencia Sectorial de Educación, cuyo objetivo es plantear una estrategia consensuada para ofrecer un entorno seguro y saludable al alumnado y personal de los centros educativos con el fin de retomar la actividad presencial para el curso 2020-2021 que comienza en septiembre. Entre otras medidas, recoge que en Educación Infantil y hasta cuarto curso de Educación Primaria incluido (menores de 10 años) se podrán establecer aulas de hasta 20 alumnos, aunque precisa que lo “ideal” son 15. Además, el uso de la mascarilla será obligatorio a partir de Quinto de Primaria cuando no se pueda mantener una distancia interpersonal de 1,5 metros pero no cuando se esté sentado en el pupitre.
Por su parte, en Quinto y Sexto de Educación Primaria, Educación Secundaria y Bachillerato los espacios se reorganizarán de forma que se cuente con una separación de al menos 1,5 metros entre las mesas. Se priorizará asimismo, en la medida de lo posible, la utilización de los espacios al aire libre para la realización de las actividades educativas y de ocio, en lugar de los cerrados.
Respecto a la mascarilla, en Educación Infantil no es obligatoria y en Primaria, de Primero a Cuarto, tampoco será necesario su uso si se está con el grupo estable de convivencia. Si se sale del mismo se deberá llevar puesta cuando no se pueda mantener la distancia de 1,5 metros.
Para los alumnos que cursen a partir de Quinto de Primaria, el uso de mascarilla será obligatorio cuando no se pueda mantener una distancia interpersonal de 1,5 metros pero no cuando se esté sentado en el pupitre.
El cumplimiento de estas medidas se impulsará con estrategias de educación para la salud así como con cartelería y señalítica amigables para la infancia que faciliten su comprensión.
La ministra Isabel Celaá insistió hoy en una entrevista en La Sexta, recogida por Servimedia, que el próximo curso se regirá por “el principio de presencialidad” y que, aunque cada centro “es un universo”, les ha pedido “que optimicen sus espacios, más allá de las aulas”, incluso habilitando para la docencia las bibliotecas, el comedor y las aulas de usos múltiples.
Limpieza de baños, tres veces al día
El documento elaborado por los ministerios de Sanidad y Educación señala que cada centro deberá disponer de un protocolo de limpieza y desinfección que responda a sus características pero, en cualquier caso, la limpieza deberá hacerse al menos una vez al día, reforzándose en aquellos espacios que lo precisen en función de la intensidad de uso, como por ejemplo en los aseos, donde será de al menos tres veces al día.
Se deben realizar tareas de ventilación frecuente en las instalaciones y durante al menos cinco minutos al inicio de la jornada, al finalizar y entre clases, siempre que sea posible. Cuando las condiciones meteorológicas y el edifico lo permitan se aconseja mantener las ventanas abiertas el mayor tiempo posible.
Gestión de los posibles casos
El documento de medidas de prevención, higiene y promoción de la salud, recogido por la Agencia Ical, indica que ante una persona que comienza a desarrollar síntomas compatibles con la COVID-19 en el centro educativo se seguirá un protocolo de actuación previsto. Se precisa que se llevará a un espacio separado de uso individual, se le colocará una mascarilla quirúrgica (tanto al que ha iniciado síntomas como a la persona que quede a su cuidado) y se contactará con la familia.
Se debe llamar al centro de salud o al teléfono de referencia de su comunidad y al Servicio de Prevención de Riesgos Laborales en el caso de trabajadores, y se seguirán sus instrucciones. En caso de presentar síntomas de gravedad o dificultad respiratoria se llamará al 112.
Salud Pública será la encargada de la identificación y seguimiento de los contactos según el protocolo de vigilancia y control vigente en la comunidad autónoma correspondiente. En todo caso, el Gobierno recuerda que, según los datos de la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica, solo un 1,3 por ciento del total de casos confirmados de COVID-19 corresponde a población entre 0 y 19 años. En este sentido, la ministra Celaá reconoció que los criterios sanitarios sobre la transmisión e incidencia del coronavirus en los menores ha ido cambiando en las últimas semanas y “se empieza a afirmar que no son tan transmisores”: “Esto nos permite trabajar de otra manera”.