Una vez que se ha hecho efectiva la adjudicación, a la empresa ARMF, del contrato de arrendamiento de la antigua nave ferroviaria -ubicada en Villablino- con todas sus instalaciones, equipos y maquinaria, la compañía confía en poder iniciar, de forma inminente, los trabajos de recuperación de material ferroviario y de vía de cara al proyecto del tren turístico ‘Ponfeblino’, plan por el que ARMF apuesta decidida y firmemente pero para el que, su responsable, Manel Ramos, pide la implicación de las administraciones públicas.
Ese es el objetivo principal, la puesta en marcha del ferrocarril turístico, el ansiado Ponfeblino, un tren que “permita el cambio de modelo productivo y sirva como proyecto tractor para todo el territorio”, afirma Ramos. Porque aunque ARMF plantea importantes proyectos industriales que aprovechan las instalaciones ferroviarias, se necesita de un eje turístico que tire de la comarca todo el año, los 365 días. Por eso pide a las administraciones que “colaboren”, que se sumen a la iniciativa. “Entre todos hay que aunar esfuerzos para conseguir que el Ponfeblino sea una realidad más pronto que tarde”, dice rotundamente el responsable de la empresa.
Ese es el motivo que ha llevado a ARMF a “hacer una apuesta muy fuerte por estos talleres. Porque creemos en el proyecto turístico de revitalización de toda la línea”. Apuesta en la que el papel del alcalde de Villablino, Mario Rivas, fue “clave. Ha sido principal protagonista”. Además, Manel Ramos reconoció la labor del Consorcio del Ponfeblino, con su presidenta al frente, Alicia García y “el importante esfuerzo” que ha hecho la Junta para la reversión de la concesión e identificación de los bienes patrimoniales de la vía.
La punta de lanza son, tal y como considera Ramos, esos proyectos industriales “que nos han permitido crear puestos de trabajo y una mínima estructura que ha ayudado a la conservación de las instalaciones”. Inversión que ha logrado “mantener viva la llama del Ponfeblino”.
Y es que cabe recordar que, hasta ahora la empresa, ha llevado a cabo la puesta en servicio y mantenimiento del taller ferroviario de Villablino, así como de las vías. “La pandemia nos paró pero habíamos podido llegar con la locomotora hasta Palacios del Sil”. Siempre con la implicación de los ayuntamientos de Villablino, Páramo y Palacios “que habían hecho un primer esfuerzo de desbroce”. Ahora la compañía confía en poder recuperar esos trabajos de reparación de la línea “para llegar lo más lejos posible”.
Mientras, ARMF aprovechará los talleres para labores puramente industriales. “Queremos traer a Villablino carga de trabajo de los otros talleres de Lérida”. De hecho este mismo verano espera dos locomotoras de vapor “para su reparación estética”. Las máquinas, según ha adelantado Ramos, “se expondrán en un museo que está creando Ferrocarriles de la Generalitat de Cataluña en Martorell”. Amén de las tareas de mantenimiento de vehículos en la red de ancho métrico de Asturias que se ejecutan también en Villablino.
El puente ferroviario
Manel Ramos también ha querido poner el acento en el problema que sufre el antiguo puente ferroviario, ubicado en la cola del pantano de Las Rozas, donde el deterioro en su estribo nordeste compromete la estabilidad de la infraestructura. “Es absolutamente imprescindible y urgente su reparación“, sentenció. Debería de ser, continúa diciendo, “la primera acción que habría que llevar a cabo” porque “es la entrada y la salida ferroviaria de Laciana. Sin él no podríamos salir ni entrar a Villablino”. Aún así, confiesa que “Ayuntamiento, Junta y Consorcio están haciendo esfuerzos conjuntos para conseguir esa reparación, que en principio depende de Endesa” pero “la urgencia exige una actuación inminente”, termina diciendo.