Alfonso Arias: “Si hay unos fondos nuevos para las comarcas mineras hay que valorar mucho cómo y dónde se invierten”

¿Cómo afronta el salto a la política nacional?
Llevo ya 20 años como alcalde de Molinaseca, también tuve una etapa de cuatro años en el Consejo Comarcal y ahora soy diputado provincial. Para mí fue una grata sorpresa que el presidente me llamara por teléfono y me dijera si quería formar parte de la candidatura al Senado del Partido Popular por León. Me dio treinta segundos para decidir y le dije que sí, que estaba a disposición del partido. Es una etapa que afronto con ilusión, esperemos que los resultados sean favorables y podamos conseguir los tres senadores.

¿Ser el único berciano es una responsabilidad extra?
De los tres candidatos al Senado, dos somos alcaldes de pueblos pequeños. Es una apuesta del PP por el mundo rural, por conseguir que se frene la despoblación, que es un problema no sólo de la provincia de León, sino de la Comunidad, de España e incluso de Europa, y es algo sobre lo que el partido quiere tomar medidas.

¿Las líneas maestras de su programa van en esa doble vertiente del mundo rural y la transición energética, al menos en esta provincia?
En el Bierzo los dos problemas más importantes creo que son la despoblación del mundo rural y el cierre de las térmicas.
En la provincia hay 115 municipios por debajo del ratio de 12,5 habitantes por kilómetro cuadrado, que son 52.000 leoneses. Ese es el baremo que va a tomar la UE para subvencionar y tomar medidas contra la despoblación. Esa media quieren hacerla provincial, con lo cual León lo superaría. Desde la Diputación estamos tratando de cambiar ese baremo y que tanto Ponferrada como León no entren a formar parte de esa media, con lo cual sí se podría aspirar a subvenciones para esos municipios.
En cuanto a las térmicas, aquí tenemos un Partido Socialista que quiere ser el más verde de Europa y por una cuestión ideológica medioambiental, cuando otros países como Alemania o Inglaterra, que han alargado el plazo de cierre de las térmicas, aquí se quieren cerrar en dos años sin dar una solución al problema de paro que va a ocasionar. Yo creo que esas medidas medioambientales están bien, pero han de ser compatibles con los puestos de trabajo y no ser radicales como ha sido el PSOE. Se habla de transición energética justa, pero no lo está siendo cuando se cierran de forma radical las térmicas y no se da una salida a esos puestos de trabajo que se pierden. Eso al final va a hacer que la gente se vaya del Bierzo.

¿En Laciana estos problemas son aún más graves?
En Laciana las térmicas les afectan menos, lo que ha afectado allí es el cierre de las minas de carbón, que tampoco se ha hecho bien. Hay minas que podrían ser viables, pero tenían que devolver las ayudas y al final los resultados no salían. La minería en estos momentos está prácticamente finalizada y hay que buscar alternativas para las cuencas mineras con esos incentivos que va a haber.
Desde la Diputación, por ejemplo, vamos a invertir 9 millones de euros en la estación de esquí de Valle de Laciana-Leitariegos para reactivar la economía de la zona. Es un punto importantísimo, que atrae muchos turistas, pernoctan, funciona la hostelería… Eso es lo que tenemos que potenciar. Eso, junto a incentivar a empresas o emprendedores es lo que hay que hacer, reactivar el tejido industrial en esas cuencas mineras que han quedado muy tocadas y que también ha afectado a las zonas colidantes.

Hablando de subvenciones, en su día tuvimos los planes Miner, que en general se da por hecho que se usaron mal. ¿Cómo se puede controlar que esta vez se hagan mejor las cosas?
Es cierto que hubo muchas subvenciones tanto en las cuencas como fuera de ellas y se invirtió mucho dinero, y si hacemos una retrospectiva vemos que no ha funcionado. Esos fondos no han conseguido que se asentara población, que hubiera una transición desde las minas a otro tipo de empresas, con lo cual no se utilizaron como se debería. Se hicieron infraestructuras que muchas de ellas ahora están cerradas.
Si hay unos fondos nuevos, hay que valorar mucho cómo y dónde se invierten para que no vuelva a suceder lo mismo. Por ejemplo, esa inversión que vamos a hacer en Leitariegos está muy estudiada y es un proyecto que fija población, crea empleo y repercute en una zona muy importante, que es todo el valle de Laciana. Ese tipo de proyectos son los que hay que poner en marcha con los fondos de que vengan de Europa, del Estado o de la Comunidad.

¿Qué papel puede jugar Ciuden en todo esto?
Ciuden tiene que jugar un papel importante en la comarca del Bierzo. Hace unos años hubo un intento por parte de la Junta de Castilla y León de darle actividad a la parte investigadora. No olvidemos que Ciuden son tres partes: el vivero de Pobladura, que en su día intenté asumir desde el Consejo Comarcal, y que tiene un proyecto importante para la restauración de las miles de escombreras que tiene la comarca. Segundo, el apartado museístico, con dos edificios importantísimos. La Fábrica de Luz está funcionando perfectamente, aunque debería tener más visitas, y por otro lado está el edificio central que está finalizado pero vacío y hay que darle contenido. Y por último, el aspecto investigador, al que hay que buscar proyectos para que se pueda ejecutar, porque el proyecto de CO2 para el que se consiguieron fondos europeos finalizó. En los otros cuatro países donde se llevó a cabo ya está desmantelado. Aquí Ciuden sigue funcionando y hay que buscar la manera de aprovechar esa infraestructura y la capacidad de la gente que está trabajando ahí para I+D+i. Por supuesto, si llego a Madrid, les haré ver que Ciuden es un proyecto importante y que tiene que seguir adelante.

Háblenos de propuestas concretas del PP en materia de mundo rural y transición energética.
En las Cortes, el Partido Popular llevo a votación un decreto para que el Gobierno tuviera autoridad para que no se cerraran las térmicas, que no quedara sólo a criterio de la empresa, y fue votado en contra por el PSOE, Ciudadanos y Podemos. Eso hubiera impedido, o al menos puesto trabas, al cierre tanto de Compostilla como de Anllares. Esa propuesta del PP sigue ahí, y si llegamos a gobernar creemos que se debe hacer, aunque a lo mejor llegamos tarde.
En cuanto a la despoblación, es algo que se viene produciendo desde hace muchos años, cuando la gente de los pueblos emigraba a los grandes cinturones industriales buscando trabajo, porque al final lo que fija población es tener puestos de trabajo. Si vemos los datos de los últimos años, el PP siempre ha creado puestos de trabajo, mientras que el PSOE los ha destruido. José María Aznar llegó casi al pleno empleo, Zapatero dejó al país con cinco millones de parados y en 2011 entró Mariano Rajoy, que creó 1.800.000 puestos de trabajo.
El Partido Popular propone una revolución fiscal, con una reducción del IRPF hacia el 40 por ciento, medidas para incentivar a los autónomos, quitar la tributación a planes de ahorro y de vivienda, reducción de otros impuestos y supresión del impuesto de sucesiones. ¿Por qué? Porque creemos que el dinero está mejor en el bolsillo de los ciudadanos, para que puedan consumir, que aumente la producción, o incluso invertir y hacerse emprendedores. Si no, estamos abocados a otra crisis, que será más grave que la de 2011, porque tenemos una deuda pública muchísimo mayor y no hay margen de maniobra.

Para terminar, ¿cómo se puede cambiar la percepción negativa de la población sobre el Senado?
Es cierto que da la sensación de que lo único que hace el Senado es aplicar o no aplicar el 155. Es una cámara territorial, importantísima por ejemplo a la hora de combatir la despoblación del mundo rural. En la última legislatura se aprobaron 50 medidas que deberían aplicarse en este aspecto. Tenemos que darle credibilidad y que sea una cámara donde vayan las demandas de todas provincias, que no sólo sirva para aprobar o enmendar los presupuestos antes de mandarlos al Congreso o aplicar el 155 y que la gente tenga una mejor imagen del Senado.