Este martes cesará oficialmente la etapa de operación de la central térmica de Compostilla II, tras 60 años de actividad, en cumplimiento de los nuevos requerimientos ambientales en vigor desde el 1 de julio y a la espera de que el Ministerio para la Transición Ecológica emita una resolución autorizando el cierre de la planta. Así, la jornada de mañana será la última en que teóricamente pueda estar disponible para operar, lo que en la práctica dejó de hacer hace tiempo.
El 19 de diciembre de 2018 la empresa presentó una solicitud formal de cierre de la instalación, en línea con los objetivos de la política energética nacional fijados por el Ministerio para la Transición Ecológica y de acuerdo con su Plan Estratégico, “para conseguir un sistema energético totalmente descarbonizado”.
La central térmica de Compostilla II contaba con tres grupos operativos, con una potencia total de 1.050 MW. Por su parte, otros dos grupos, que sumaban 480 megavatios, ya habían sido dados de baja por obsolescencia y actualmente se encuentran en proceso de desmantelamiento. La última vez que fue requerida por el operador del sistema eléctrico para generar energía fue el 6 de diciembre de 2018.
El nacimiento de Endesa
La historia de Endesa nace en el Bierzo, tras la fundación, el 18 de noviembre de 1944, por parte del extinto Instituto Nacional de Industria, de la Empresa Nacional de Electricidad SA (Endesa), con el objetivo de controlar, mediante una empresa pública, un sector considerado estratégico, el de la minería del carbón, y de reducir la dependencia de la energía hidráulica que hasta entonces había en España. Un año después, comienza en Ponferrada la construcción de su primera central, la térmica de Compostilla I, tras concedérsele a Endesa la explotación del salto a pie de presa de la Fuente del Azufre. En 1949, el Generalísimo en persona arranca la central ponferradina, instalación que recibe el nombre de Compostilla en recuerdo a la antigua ermita de la zona, en el Camino de Santiago.
En la década de los 60 se levanta Compostilla II, en Cubillos del Sil, que viene a sustituir a Compostilla I. Endesa preveía una ampliación de su primera central térmica pero finalmente apostó por un nuevo emplazamiento. En principio, Compostilla II estuvo formada por tres grupos, dos de 141 MW de potencia (en Compostilla I eran de 50 MW). En 1961, la central entraba en funcionamiento, tras tres años de obras, siendo inaugurada al año siguiente por Francisco Franco, al que acompañaban el ministro de Industria, Juan Antonio Suances, y Luis Carrero Blanco, entonces ministro de la Presidencia.
Un embalse para la refrigeración de la central
En 1972, 1981 y 1984 arrancan el resto de los grupos de 350 megavatios (MW). Si los primeros eran de fabricación estadounidense los dos últimos, el cuarto y el quinto, fueron construidos en Barcelona. El combustible que utiliza es hulla-antracita, siendo en la década de los 80 de unos 3 millones de toneladas al año. Para la refrigeración de Compostilla II se procede a la construcción del embalse de Bárcena en el curso del Sil.
Para su construcción en 1960 se anegaron los pueblos de Bárcena del Río y de Posada del Río, cuyos vecinos fueron realojados en un poblado de nueva construcción llamado ‘Bárcena del Caudillo’ (actualmente Bárcena del Bierzo) situado en el km. de la CL-631 (Carretera de La Espina). así como en el pueblo de Posada del Bierzo, y en el barrio de Fuentesnuevas en Ponferrada. También obligó a modificar el trazado del ferrocarril de la empresa Minero Siderúrgica de Ponferrada (Ferrocarril de la MSP) o Ferrocarril Ponferrada-Villablino, el Ponfeblino.
La térmica de Compostilla II ha sido hasta que sus chimeneas dejaron de echar humo la segunda en importancia de España, detrás de la de As Pontes, también propiedad de Endesa, construida entre 1972 y 1976. La central ha dado trabajo a varias generaciones de bercianos y en su día fue el principal motor de su economía.
En 1999, Compostilla II fue punto de parada durante la visita del Rey Juan Carlos I al Bierzo, siendo presidente de Endesa el leonés Rodolfo Martín Villa.
Expansión de Endesa
El año 1972 sería clave para la empresa, tras su fusión con Hidrogalicia. A lo largo de esta década y la siguiente, la compañía adquiere distintas explotaciones mineras en diversos puntos de España, al tiempo que afianza su parque generador con la construcción y puesta en marcha de las centrales térmicas de As Pontes, en La Coruña; Andorra y Escatrón, en Teruel y Zaragoza; y Litoral, en Almería. Asimismo, pone en funcionamiento los grupos diesel de Ceuta y Melilla, además del grupo II de la central nuclear de Ascó, en Tarragona.
Posteriormente, en los años 80 y 90, inicia sus actividades de distribución y venta de electricidad mediante la adquisición en diversas empresas españolas públicas y privadas hasta convertirse en la mayor compañía del sector eléctrico español. A finales de los años 80 comienza también su expansión internacional.
En el año 1998, cuando el mercado eléctrico y de gas natural en España se va privatizando progresivamente (en 2003 termina el proceso de liberalización para el 100% de clientes), se crea Endesa Energía, la comercializadora de Endesa que gestiona los clientes en el mercado de electricidad y gas natural. Desde 2009, y tras una prolongada OPA, en la que se descartó la compra por Gas Natural Fenosa, es una subsidiaria al 70% de la empresa energética italiana Enel.
El final de la energía térmica
La central ya no pudo operar durante 2019 y 2020, debido, según Endesa, “a la profunda modificación de las condiciones de mercado, con un incremento sustancial en el coste de los derechos de CO2 y una caída significativa del precio del gas, que sumió a Compostilla II en una grave falta de competitividad”. Un año antes, las minas de carbón habían cerrado.
Además, Endesa apuntaba a que “la fuerte penetración de las energías renovables, derivada de la entrada de 9.000 megavatios eólicos y solares que se fueron poniendo en explotación redujeron drásticamente el denominado hueco térmico”.
Los terrenos que actualmente ocupa la central de Compostilla II están siendo puestos por Endesa a disposición de promotores empresariales que deseen instalarse en el lugar para generar empleo y riqueza. Para la selección de proyectos, la compañía tiene el apoyo de expertos de la Universidad de León, que ya han estudiado una treintena de propuestas iniciales, que afectan a diversos ámbitos de la actividad económica. Este martes, 30 de junio, termina el plazo para que los aspirantes presenten sus ofertas vinculantes, que serán previsiblemente 12.