José Luis Ábalos es valenciano, como buen hijo estudió en su tierra todo lo que tenía que estudiar. El sindicato UGT fue su auténtica escuela de política, de cómo funciona el sistema en general y su puerta de entrada al todopoderoso Psoe valençiá.
Si se puede afirmar, se diría que en la primera legislatura de Pedro Sánchez, la que transcurre entre la moción de censura contra Rajoy y las últimas elecciones generales, fue ministro de Fomento. Algo que da mucho poder e influencia por las elevadas cifras que se manejan en esa cartera, con crisis económica y todo. Pero ahora Ábalos es ministro de Movilidad, Transportes y Agenda Urbana, prácticamente lo mismo pero con menos espacio en las tarjetas de visita oficiales.
Esta semana el aludido ha lanzado un mensaje de tranquilidad a todo el norte e incluso al oeste peninsular. “Tranquilos que vamos a invertir lo mismo que en el eje mediterráneo”, vino a decir. Y claro, los que peinamos canas sabemos lo que realmente supone esa afirmación en la política ficción en la que estamos inmersos.
En primer lugar no hay español medianamente ilustrado que sepa que salvo un par de puntos estratégicos, España ha pasado de un modelo de comunicaciones e infraestructuras públicas, simplifiquémoslo en carreteras y ferrocarril, de un modelo radial a una descompensación entre la costa mediterránea y las tierras de la meseta hasta el norte. Evidentemente, con una inversión por el chantaje nacionalista hacia Cataluña, y resto de comunidades de la diestra del mapa español. El norte, y más en concreto, el noroeste, no ha visto aún el AVE o autovías libres de peajes entre las principales capitales provinciales de Castilla y León, Asturias…
Pero debemos tranquilizarnos. Alcaldes, diputados regionales y provinciales, empresarios y sociedad en general. Ábalos es hombre de palabra. Veremos rescatar el chantaje de los cinco euros y pico por 40 kilómetros en llano entre Astorga y León. La llegada de la Alta Velocidad de León a Gijón. Incluso su correligionario y presidente del Principado, señor Barbón, ha afirmado públicamente fondos por casi 500 millones de euros para la Ponferrada-La Espina (Asturias), pasando por la abandonada Villablino. E incluso la construcción de la autovía Orense a Ponferrada, pasando por la rica comarca de Valdeorras, Monforte y demás. Todo arreglado, presupuestado, planificado, empaquetado y listo para su despliegue.
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