A la memoria de Pepe Álvarez de Paz

Querido amigo Pepe, han transcurrido unos pocos minutos desde que me enteré de tu partida, sin que hayamos podido darnos el tan anhelado último abrazo.

Varias vidas en una, todas ellas desde la grandeza de tu espíritu indómito , quizá sea este el epílogo que mejor encuentro para resumir tu paso por el mundo. Y la huella indeleble , el ejemplo de vida que dejas a los que tuvimos el privilegio de conocerte.

Esas varias vidas tienen su origen en Noceda – anclaje sentimental que nunca abandonaste -, siguen con tu aprendizaje en el seminario de Astorga , más tarde con el primer modesto destino ejerciendo de párroco en la localidad de Viariz, al que siguieron algunos otros destinos en la provincia, entre ellos La Bañeza y Ponferrada.

Tu éxito como abogado laboralista , la labor solidaria en esta última ciudad, participando altruistamente en numerosas iniciativas para el bien común, tales como los primeros pasos y trabajos del Instituto de Estudios Bercianos, la formación de adultos en la escuela de graduados sociales, el Bachillerato nocturno, la creación de la Escuela de Estudios Sindicales, la creación de “Reconstrucción Socialista del Bierzo” y diversas publicaciones heterodoxas en plena dictadura, la puesta en marcha de la Asociación de Alcohólicos Rehabilitados, la adquisición para Cáritas de la parcela del Hogar 70 en Fuentesnuevas, la sala de cine joven en San Ignacio, el cinefórum en el teatro Bérgidum…; iniciativas algunas de ellas que acababan frecuentemente siendo prohibidas, bien fuera por el obispo o por el Gobernador, y que fueron de la mano de otros buenos amigos, como Ricardo Alberdi, Paco Beltrán o José Ramón López Gavela.

Un lugar muy destacado lo ocupa el encuentro con Teresina, que dio paso a una nueva vida y que te brindó la oportunidad de criar al bebé David y formar una hermosa familia. Tu evolución personal hacia posiciones que huyen de dogmatismos , mediante el impuso y participación activa en la actividad política local y provincial, defendiendo tu ideología socialista –en tiempos de dictadura, en que significarse en contra de los postulados oficiosos implicaba sus riesgos- ; más tarde , tomando participación activa en la política nacional y haciendo posible tu vocación europeísta, que concluyó con una intensa andadura en el Parlamento Europeo y una nueva vida en Bruselas, donde permaneciste durante varios años. Lugar donde algunos tuvimos el privilegio de presenciar con qué arrojo te enfrentaste a alguna de las situaciones incómodas y arriesgadas en las que la vida te colocó por el mero hecho de enfrentarte a los poderosos, defender siempre a los más desfavorecidos y así, mientras tomábamos juntos una cerveza en un bistrot de la Grande Place en Bruselas se te acercó un tipo de porte muy vigoroso y violento, enviado por la embajada de Sudán , quien te dio unas palmaditas en el hombro al tiempo que te amenazaba para que cesaras de defender en el Parlamento Europeo el fin de la ayuda económica al gobierno sátrapa de Jartum.
Episodio que a tí te dejó impeturbable y que en ningún caso alteró minimamente tu posicionamiento anterior, ese que fue objeto de reconvención por el matón de embajada.

Es verdad que en Bruselas no terminó tu actividad política, que , en constante reinvención, tuvo su última faceta en la provincia de Pontevedra, como Gobernador Civil pacifista ; lugar del que nunca te fuiste. Sin dejar de estar siempre en Noceda, o en Ponferrada. También en cada uno de nosotros a través de tu generosidad y ejemplo.

Tu coraje ante la vida, no arrugarte jamás ante la adversidad; nada ni nadie fue capaz de doblegar esa mirada valiente, serena, inteligente, buena, también socarrona, que tanto echaremos de menos.

Tu actitud comprometida, tu elegancia en el ser y en el estar, tu lucidez, tu sentido del humor, que no perdiste ni en los más amargos momentos.

El libro que escribiste muy recientemente , “Nombres Propios” cuya presentación fue un hermosísimo acto de homenaje a tu persona, a tus numerosos méritos, a la palabra, al compromiso vital que jalona toda tu existencia, constituye una lectura necesaria; nos regala la oportunidad de conocer mucho sobre ti, más allá de la faceta pública, sobre todo tu lado personal, tus anhelos, tus logros.

Un libro en el que el sentido del humor impregna cada relato, cada vivencia, en el que se descubre a un Pepe íntimo, de memoria prodigiosa, que también ha recorrido medio mundo, un hombre íntegro, de perfil renacentista. Quien, de alguna manera, y desde otro plano, otra perspectiva, seguirá entre nosotros. Siempre desde la hondura , intensidad y cariño que emana el recuerdo de su persona.

Raquel López-Gavela Noval