García Villoslada, en la Introducción a la obra «Historia de la Iglesia en España», escribe estas palabras que resumen bellamente lo que muchos autores han afirmado de un modo o de otro al tratar de responder a la misma pregunta que él se hace: ¿Cuándo nace España?:
A mi entender, en el momento en que la Iglesia católica la recibe en sus brazos oficialmente y en cierto modo la bautiza en mayo de 589, cuando Recaredo I inicia su cuarto año de reinado. Antes del visigodo Eurico (+ 484) no era España nación independiente, ni alcanzaría la perfecta unidad nacional durante más de un siglo: eran dos pueblos de raza y religión diversas, dos pueblos que cohabitaban en la misma morada. Solamente en el concilio III de Toledo (589) España adquiere plena conciencia de su unidad, de su soberanía e independencia. Desde entonces, todos los hispanogodos quieren ser hermanos asociados en el mismo destino histórico. Verifícase en aquel momento trascendental la conversión pública de Recaredo
(privadamente era católico desde hacía dos años) y la conversión masiva de los magnates. El pueblo vencedor pasa a la religión del vencido, furidiéndose ambos espiritualmente y dando origen a la España del futuro.