No hubo fuerza, ni coraje ni tesón como el de aquella comarca que en 1992 se levantó y se hizo oír. Era la reivindicación de todo un Valle que luchaba por el mantenimiento de los puestos de trabajo; por el futuro de un municipio cuya fuerza motora era el carbón.
La marcha minera de 1992 fue un referente para todos los colectivos del país, un ejemplo de unidad y de solidaridad. La comarca de Laciana demostró que se defendía luchando.
Fueron días de duros enfrentamientos con los antidisturbios, de cortes de carretera, de manifestaciones, de casi 500 kilómetros, de 500 valientes y 1000 pies que llevaron a la capital de España, algo más que un modo de vida y que un sustento económico: la cultura minera.
Mientras, ocho hombres vivieron la marcha encerrados bajo tierra, en la profundidad del pozo Calderón. Más de 50 días sin ver la luz del sol y separados de sus familias. Fueron también los grandes protagonistas de la marcha minera: Manuel Lastra, Guillermo Murias, Luciano Leiguarda, Alfredo García, Adolfo Bernardo, José Luis Lago, Enrique Pancorbo y José Manuel Bruzos.
Ahora que se cumplen 25 años de la marcha negra el Ayuntamiento, junto con los sindicatos de la zona, han querido conmemorar este hecho histórico. Porque es el linaje de una comarca tradicionalmente minera.
El programa de actos
La jornada comenzará a las 10:45 horas, en la Casa de Cultura de Villablino con la proyección de un vídeo resumen de la marcha. Posteriormente habrá un coloquio.
A las 12:00 horas se procederá al descubrimiento de la placa conmemorativa al lado del Ayuntamiento. Pero será a las 12:15 cuando tenga lugar el acto central del programa: la marcha a pie hasta el pozo Calderón.
A las 15:00 horas se ofrecerá una comida de convivencia en el Polideportivo de Villablino. Aquellos que deseen asistir deberán comprar el ticket, cuyo precio es de 6 euros, en las sedes de los sindicatos.
Los organizadores
Según ha explicado el concejal de Cultura y Fiestas, Ángel Gutiérrez, el acto pretende brindar un homenaje, no solo a los participantes en la marcha negra, sino a toda la sociedad lacianiega por su implicación y por su solidaridad. A la vez, ha explicado que se pretende reivindicar que “Laciana está herida pero no está muerta”.
El alcalde, Mario Rivas, por su parte, ha invitado a los alcaldes de todos los ayuntamientos mineros de España a que participen en este acto, y no solo a sus regidores, sino que también a todos los vecinos de las cuencas mineras porque “queremos que se oiga bien fuerte y claro que tenemos derecho a subsistir”.
Para Rivas supone también una reivindicación; “una apuesta por un sector primordial para el desarrollo del Valle de Laciana al que no queremos renunciar”.
Además, el alcalde de Villablino ha querido recordar lo que supuso la marcha minera que fue “un ejemplo de cómo un valle es capaz de unirse en una única voz para reclamar algo tan simple como es mantener un modo de vida”.
Los sindicatos de la zona también han participado activamente en la organización de este acto conmemorativo y reivindicativo.
Para el secretario comarcal de UGT, Antonio Fernández, supone “la mejor forma de reivindicar el cumplimiento del Plan del Carbón porque es necesario el compromiso político”.
Por su parte, el secretario comarcal de CC.OO, Omar García considera que la marcha minera fue un “icono” dentro del sector. “Este acto ayuda a analizar la situación actual que se está viviendo en la minería, que es aún peor que en aquellos momentos”.
Por último, Pablo Ménguez, de USO, cree que “el espíritu de lucha de aquel entonces no existe actualmente, es algo que se está perdiendo. Aún así seguiremos peleando porque tenemos que ser nosotros quienes elijamos donde queremos vivir”.
https://es.m.wikipedia.org/wiki/Marcha_Negra